jueves, 14 de mayo de 2020

Archipiélago de San Blas - Panamá

Archipiélago de San Blas - Panamá          50+240 km en 5+14 días

 

-Este es el relato de un loco sueño, pero sobre todo de una obstinada ilusión-.

Todo empieza un par de años atrás viendo un programa de TV3 llamado “El Foraster”, en este, el protagonista recorre Cataluña buscando personajes curiosos y descubre por casualidad en Castellfollit de la Roca, en la Garrotxa profunda al pie de los Pirineos a Pepe, este sufre un cáncer terminal y su obsesión es construirse un velero con sus propias manos para llegar a su paraíso particular llamado San Blas en el Caribe de Panamá, antes que sea demasiado tarde para el. Nada más acabar el emotivo reportaje entro a San Google y busco estas islas de las que jamás había escuchado su nombre, mi sorpresa es máxima al ver que ese archipiélago realmente como decía Pepe, es un paraíso. ¡Mi sueño se ponía en marcha!

Jamás imagine la gran complejidad de enviar un contenedor con 2 kayaks al otro lado del Atlántico, pero al final con casi 4 meses de retraso, acaba llegando, la espera ha sido larga y con momentos desesperantes, al menos he aprovechado toda esta espera inesperada para recorrer toda Centroamérica con la mochila a la espalda.

Cuando por fin llegan los kayaks a Colon que es la ciudad del extremo Atlántico del Canal de Panamá. Nos ponemos en marcha, pero sufrimos durante 5 días los efectos del viento y la mala mar al ir ya fuera de las fechas óptimas. La idea inicial que era navegar los 150 km que nos separan hasta San Blas, la acabamos descartando y decidimos llegar a las islas por tierra con los kayaks. Nasi mi compañero de esta travesía y muchas otras anteriores, ha venido en velero desde Canarias

Pepe se hizo a la mar, pero jamás llego a su paraíso.

  


  1a etapa Carti-Isla Iguana 4horas

 Estamos delante de mar a primera hora, el viento es intenso, pero no hay casi oleaje, el gran anillo de coral que rodea San Blas hace que este llegue aqui sin fuerza. Despedimos a nuestra abnegada chofer que nos ha hecho ganar un dia por la entrega del 4x4.

Después de la habitual rutina de estibar, alimentarnos y decidir la ruta, nos ponemos en marcha hacia el oeste, vamos enlazando diversas pequeñas islas, todas habitadas y donde decenas de niños curiosos nos persiguen desde la orilla de su isla.

En la primera que paramos para estirar las piernas, en nada nos vemos rodeados por gran cantidad de habitantes vestidos tradicionalmente, esta isla está celebrando 5 días de fiesta, su euforia y aliento delatan que están a punto de acabarla, marchamos rápido de aquí antes que sin querer se nos complique el día. 

Toca larga y trabajosa travesía a mar abierto con viento y oleaje en contra. Antes de desembarcar ya tenemos el comité  de bienvenida. Notamos que venir en kayak es una excentricidad que raramente entienden, pero por contra valoran nuestro esfuerzo de venir a brazos hasta aquí y eso nos abre la puerta en Isla Iguana, rápidamente se nos presentan, nos enseñan la aldea, nos invitan a celebrar la fiesta del paso a la pubertad de una chica local y acabamos alojados bajo un techo y colmados de atenciones. 

Toda la comunidad se reúne en una gran cabaña tradicional, los hombres fumando y bebiendo chicha, al fondo las mujeres vestidas a la manera tradicional son las que llevan a cabo el desarrollo de la celebración. La gente mayor únicamente habla Guna, pero son muy gestuales expresándose con nosotros. Hay un montón de niños por todos los lados que también nos reclaman su atención. En todo momento nos sentimos observados y están sumamente atentos a que no tomemos imágenes de la celebración o de personas.

En las islas no hay un solo espacio libre, el entramado urbano es estrecho y laberíntico, las familias conviven masificadas, su día a día transcurre de manera muy sencilla en elementales cabañas de madera, troncos, chapas, suelo de tierra, duermen en hamacas y el mobiliario destaca por su ausencia.

 





 2a etapa Isla Iguana-Tubualá 5 horas

 Dormir sin escuchar el rompiente de las olas nos ha resultado reparador y hoy vamos sin prisa. Es espectacular comprobar el conocimiento detallado que pueden tener en una isla perdida como esta, de la actualidad del futbol en general y del Barça en particular, solo falta que se enteren donde vivimos para que nos veamos involucrados en un divertido partido de futbol con los niños del pueblo, al poco rato comprueban decepcionados con nosotros, que el don del futbol no se adquiere simplemente por vivir cerca de Messi.

Al final hoy nos ponemos tarde a palear, aquí el viento de norte es constante y no tiene la lógica de nuestras térmicas, hoy el plan será ganar distancia resiguiendo la costa resguardada de Tubualá, llegar hasta esta nos conduce a través de varias pequeñas y superpobladas islas donde se repite el bullicio infantil de ayer. Un detalle que nos llama poderosamente la atención es ver varios niños albinos, en San Blas se les llama “hijos de la luna” estas islas tienen el mayor índice mundial de población albina, 1 de cada 150 nacimientos tienen ausencia de melanoma, la mayoría de ellos condenados vivir pocos años en estas condiciones de sol tropical.

Cuando llegamos a tierra firme vemos un gran trasiego de cayucos entrando al interior de la selva por un estrecho y serpenteante rio, nos adentramos en el a través de un espectacular manglar y descubrimos que aguas arriba hay una fuente de agua potable donde se abastecen las islas.

Toca reseguir la costa de vegetación espesa, dos horas más tarde llegamos a la primera playa donde es posible desembarcar, bucólico lugar rodeado de fondos de coral donde pasaremos la noche.

 




 3a etapa Tubualá-El Porvenir 3 horas

Empezamos la etapa pronto ya que preferimos palear a rascarnos las irritantes micromordeduras en los pies de sycra, que se han cebado esta noche con nosotros.  

Reseguimos la costa a través de preciosos pasajes entre manglares y en nada estamos atravesando varias islas masificadas de casas muy básicas. Vemos que cualquier pequeño islote, por reducido que sea vive gente. A partir de aquí dejamos definitivamente atrás el abrigo de tierra firme y nos adentramos al mar para seguir nuestra ruta saltando de islote en islote.

En esta zona encontramos multitud de cayucos tradicionales Gunas que no son más que un inmenso y rudimentario tronco de árbol vaciado y a los que les adaptan una pequeña vela en los trayectos más largos.

El Porvenir destaca por sus casi inexistentes construcciones y porque alberga un modesto aeródromo con una pista que no sobrepasa los 200 metros de largo. También se encuentra un museo de la historia del pueblo Guna, interesante de contenido, pero en total estado se dejadez.

Esta isla es propiedad de una familia que regenta un restaurante y varias cabañas sencillas. Después de una semana en autosuficiencia de comer y dormir, hoy damos acabada la etapa a la mitad y nos regalamos un pequeño homenaje aquí y más después de ver los generosos pescados que han capturado delante de nuestras narices. 

 





 4a etapa El Porvenir-Nunudubse 5 horas.

 Nos levantamos exultantes después de algo tan básico, pero últimamente poco habitual como dormir en una cama y ducharnos con agua dulce.

La etapa empieza con una travesía de 4 kilómetros hasta la siguiente isla con viento y olas laterales, al principio son divertidas de superar, en el tramo final con olas superiores a un metro la atención es máxima, pero en ningún momento nos sentimos superados por el rompiente

A partir de ahora encontramos una espectacular sucesión de islas a tocar una detrás de otra. El color del fondo marino se intuye espectacular, lástima que no aparece el sol entre las espesas nubes que nos acompañan estos últimos días. La mayoría de microislotes parecen de fantasía, unas decenas de metros de superficie de arena blanca, unas palmeras y una cabañita. También  encontramos otras un poco más grandes donde el contraste es total por la gran afluencia de turistas traídos en lancha desde Carti a pasar el día de playa.

La etapa está resultando espectacular y al llegar a la isla de Nunudubse, sin personas, ni servicios, pero con numerosos veleros anclados en sus aguas. Aquí paramos a comer algo y bañarnos, lo que vemos y sentimos, nos produce tan buenas vibraciones que damos la jornada por acabada y nos quedamos aquí. ¡Que gran acierto!!

 


5a - 6a etapa Nunududse

 El viento sigue intenso y vemos como las olas rompen con fuerza en la cercana barrera de coral, por delante tenemos el tramo más delicado de la vuelta al archipiélago de San Blas, una travesía a mar abierto de 8 kilómetros hasta los alejados Cayos Holandeses, decidimos quedarnos aquí hasta que no veamos claro poder pasar con éxito. La estancia han sido dos días que difícilmente se borraran de nuestra memoria, este islote es lo más parecido al paraíso que muchos soñamos, aparte de ser un islote idílico y tener unas aguas de tonos increíbles, transmite unas muy buenas vibraciones. 

Este lugar gracias a su calado recibe multitud de veleros, algunos de ellos catalanes, con los que departimos amenas conversaciones y nos ilustran sobre los secretos de la navegación y la meteo en estas islas, como no podía ser de otra manera, todos unos personajes bien singulares, aunque la palma se la lleva una familia con dos niños de l’Emporda que están dando la vuelta al mundo sin ninguna prisa.

La isla es un auténtico jardín que cada mañana la barre y rastrilla Nicanor, un Guna en los 60, de gran vitalidad y mayor sabiduría, nos explica que esta isla tiene 28 propietarios y son los descendientes de su bisabuelo que por allá la década de los años 40 del pasado siglo, este islote no existía como tal, era puro manglar y su antepasado se dedicaba a venir desde su comunidad que estaba a 1 dia de cayuco y ir cortando todo el mangle hasta descubrir la superficie, más tarde planto palmeras para fijar el suelo, dar sombra y alimento, hoy día sus descendientes con gran orgullo se hacen cargo rotativamente cada 3 meses del mantenimiento de este bucólico lugar.

Estar en el paraíso no significa solo relax, las horas nos pasan volando haciendo snorkel entre multitud de peces y estrellas marinas, visitando las islas vecinas, repasando y practicando técnica con los kayaks. 

Que se detenga el tiempo que me quedo aquí!

 




 7a etapa Nunudubse-Wasadalup 4 horas

 La meteo dan vientos suaves a partir de esta tarde para los 3 próximos días. Nos preparamos con la calma y casi a mediodía abandonamos nuestro paraíso desconocedores que este solo es la puerta de entrada a otros.

El primer salto de pocos kilómetros a la siguiente isla, se nos pasa sin darnos cuenta, absortos con el majestuoso espectáculo de tonos inacabables de azul marino, y más hoy, que por fin aparece el sol. Llegar a la siguiente es un escándalo para los sentidos, creo decir sin equivocarme que es el tramo de aguas más sublime por las que he navegado. Nos cruzamos con numerosos Gunas pescadores, algunos colocando la barrera para el atún, otros en cayuco lanzando la red al aire y los más jóvenes a pulmón buscando langostas. Paramos en la penúltima isla de la jornada, aquí comemos y nos acercamos  a ver el delicado tramo que nos ha quitado el sueño los días anteriores, se ve difícil, pero factible de pasar. En el breve rato de comer el viento de cara ha aumentado y las suaves olas que veíamos hace un rato, ahora nos obligan a una navegación intensa. Nos marcamos una gran parábola para ponernos a sotavento de los Cayos Holandeses y completamos en un excelente horario el tramo más expuesto de la travesía del archipiélago. Desembarcamos y directos a sumergirnos a los fondos de coral, un espectáculo que nos deja sin palabras lo que contemplamos....: multitud de peces de colores, corales inimaginables y todo ello iluminado con el sol bajo de la tarde. 

Estar tan absorto en el fondo marino ha hecho que pierda de vista la playa y una ola tire mar adentro mi kayak, inutilice la placa solar y pierda el único calzado que llevo.

En tierra un capitán Venezolano de velero que no pierde detalle de nuestras desventuras, nos explica al vernos, que le ha venido a la mente un libro donde el protagonista Canario recorría Sudamérica durante 2 años por sus ríos en kayak, ahora el sorprendido es el, cuando le explicamos que Roman Morales es buen amigo nuestro y en cierta manera alma inspiradora de este viaje.

  



8a etapa Wasadalup-Diadub 6 horas

Empezamos las primeras paladas con la ya habitual frase de Nasi “otro día mas en el paraíso”, y razón no le falta... Wasaladup es un lugar que nos quedara en el corazón.

Vamos en modo búsqueda, primero a ver si vemos cocodrilos, que don nuestros vecinos de la isla que esta enganchada a la nuestra, pero no hay suerte. El mismo resultado que tiene buscar en medio del mar el calzado perdido ayer.

Hoy toca recorrer los extensos Cayos Holandeses de punta a punta, son las islas más recónditas y alejadas de la costa por lo que hay pocos turistas que pasan el día y si bastantes veleros. La mayoría de islas son grandes, frondosas y no están habitadas. En una encontramos un solitario chico Guna que ha sido desterrado allí por su comunidad, con una truculenta historia personal homofoba, que nos hace marchar con mal sabor de boca. Encontramos muchas zonas de increíbles aguas turquesa, pero pocas zonas de desembarco, por lo que tocan largas tiradas de navegación, la última de todas se llama Isla Tortuga, nombre debido al deshueve de tortugas marinas que antaño elegían este lugar para la puesta, ahora estorban, se ha reconvertido en un lugar turístico, donde la bienvenida son 3 dólares por poner el pie en su playa y así suma y sigue.... A pesar de eso no podemos evitar comernos un pescado con vistas, pero ante el precio abusivo de poner nuestra hamaca para pasar la noche optamos por marchar, aparecemos en una pequeña isla de jóvenes pescadores que nos vienen a recibir con toda la curiosidad del mundo, acabamos haciendo un trato con ellos:

Les enseñamos a navegar en nuestros kayaks y ellos nos enseñan a pelar cocos, acabamos juntos la jornada con una gran fogata, comiendo pescado fresco que nos han ofrecido, mientras va rodando una botella de ron que ha aparecido por arte de magia y acaban de animar la noche explicando historias singulares de su día a día.

 



 9a etapa Diadub-Webab 6 horas

 Otra salida de sol brutal... hoy el desayuno consiste en los cocos que pelemos ayer tarde, el cual compartimos de manera sorprendente con los graciosos y obedientes perros de esta isla.

Empezamos la etapa en una larga travesía, en el momento que salimos fuera de la barrera de coral, las grandes olas laterales se hacen inmensas y le ponen emoción a la navegación que requiere toda nuestra atención, por suerte es el día con el viento más débil de las dos últimas semanas, y aun así sopla a unos 20 kilómetros por hora, es hora y media de adrenalinica montaña rusa, con la emoción final añadida de saber encontrar la estrecha entrada a través del escudo de coral. Una vez en aguas tranquilas solo queda disfrutar de los fantásticos fondos marinos y sus tonos azules que son pura fantasía. La parada de medio día hoy no es para escondernos del sol, hoy toca disfrutar hasta saciarnos de las maravillas sumergidas en la barrera de coral. El viento moderado que ha soplado, ha hecho que la etapa acabe rápidamente y nos animamos a hacer otro largo cruce hasta cerca de tierra firme, estamos cerca de Narganá, la ciudad más importante de Guna Yala y curiosamente las islas más cercanas a este enclave están abandonadas y llenas de vegetación, no es buena opción desembarcar en ellas si queremos sobrevivir a las hordas de mosquitos. La única isla sin vegetación que hay es un antiguo asentamiento derruido y está llena de plástico traído por la mala mar. Lugar poco bucólico, pero a cambio nos despertaremos sin molestas picaduras. Por suerte, ver saltar alegremente a pocos metros frente a nosotros a una pareja de delfines, nos hacen sentirnos unos privilegiados.

 



10a etapa Webab-Kuebdi 4 horas

 La noche ha sido movida por el fuerte viento y los conatos de lluvia vividos desde el interior de la hamaca. Nos dirigimos a la capital de la comarca Guna Yala, Narganá. Es el primer día en dos semanas de navegación que podemos disfrutar del viento de popa que nos lleva rápidamente a nuestro destino. Por el camino con total sorpresa hemos ido recuperando mientras flotaba, material personal que esta noche ha salido volando de nuestra isla. La bienvenida a la capital no es precisamente bucólica, todas las casas tienen alzadas sobre el agua, un pequeño compartimento cerrado que usan a modo de baño con evacuación directa al mar.

La capital la forman dos islas vecinas unidas por un transitado puente, este une Corazón de Jesús y Nargana, el único punto de desembarco cómodo para nosotros, es el destacamento de policía de esta última isla, el oficial de mayor rango, amablemente nos facilita el acceso, nos vigilan los kayaks y nos cargan las agotadas baterías de nuestros equipos.

Después de la larga jornada de ayer, hoy nos lo tomamos con bastante relax. Esta comunidad Guna es diferente a las que visitemos los primeros días, allí eran totalmente tradicionales y vivían hacinados en sus diminutas islas, aquí es todo lo contrario, pasamos desapercibidos, la isla respira con varias zonas verdes y la mayoría de población viste al modo occidental.

Esta enclave es un importante centro de comunicación y abastecimiento con las vecinas poblaciones Gunas por lo que su muelle de desvencijados barcos que usan de mercado flotante es de lo más activo. En la plaza de Corazón de Jesús hoy hay animación, entrenan y juegan a vóley unas habilidosas jóvenes locales, el sector masculino se dedica a otro deporte unos metros más allá, en el plasma gigante hay futbol. Hoy mi espalda se merece un descanso de palear y tomo asiento delante de la tv con mi “vermut”, y ya somos uno más viendo el Real Madrid - Celta de Vigo en directo.

Con la barriga llena y los víveres comprados, emprendemos la ruta apurando el horario en busca de una playa para colgar las hamacas. Volvemos a vivir un momento mágico paleando sobre el mar en calma y delante nuestro, el último rayo de sol, se despide de otro día.

 



11a etapa Kuebdi-Cambombia 3 horas

 Vemos que la meteo pinta bien para los próximos días y por delante nos quedan etapas cortas para completar nuestra vuelta a San Blas, toca disfrutar al máximo de los días y las islas que nos quedan por delante.

Tenemos una larga sucesión de islotes situados en medio del archipiélago entre la costa y los Cayos Holandeses, estos forman una gran barrera de coral donde las olas no entran y por fin dejamos de tener de cara el persistente viento de norte. 

En este tramo encontramos las mayores islas de la ruta, todas selváticas, sin presencia humana y algunas de ellas con lagartos (cocodrilos) según nos explicaran más tarde. La navegación transcurre entre rincones de ensueño y a veces toca saber resolver el enigma del mejor paso entre la barrera de coral, este a pesar de su gran belleza, es quizás el mayor problema que tenemos mientras navegamos. Su gran dureza podría rasgar o perforar nuestros cascos de polietileno. Además, sería un grave problema tener un incidente sobre ellos y que el coral nos cause una herida, esta será dolorosa y de fácil infección.

¡Momento mágico!! Se pone a llover con fuerza sin esperarlo, de golpe doblamos un saliente y nos encontramos delante un muelle de madera en medio de una playa paradisiaca con las aguas más turquesas que podamos imaginar. Desembarcar y vuelve a salir el sol, hemos llegado a Cambombia, al momento nos miramos y sabemos qué haremos noche aquí. Nos reciben amistosamente sus familias, comemos, nos bañamos y acabamos compartiendo la cena y animosa charla, negra noche en el interior de una cabaña. Son Gunas jóvenes y concienciados, algunos de aquí, otros viven en Panamá, la conversación gira al alrededor del futuro de su comunidad y la gran transformación social, cultural y de valores que se ha acelerado con las nuevas generaciones que suben, muchos de ellos marchan a estudiar y vivir a la gran ciudad y es lógico que se hagan preguntas sobre realidades de dos formas de vida antagónicas. 

Marcho a mi hamaca con el convencimiento que en pocos años, la parte más tradicional que he visto y vivido estos días aqui, ya será historia....

 





 12a etapa Cambondia-Miria 3 horas

 En muchas islas encontramos gran cantidad de niños pequeños que campan a sus anchas, viven en una felicidad absoluta y me recuerda en cierta manera mi infancia medio asilvestrada, mucho antes de la actual época sobreprotectora y hipertecnologica. Aunque no es necesario con ellos, nos los ganamos regalándoles caramelos y calcomanías que llevamos para estas ocasiones, ver su cara de sorpresa y agradecimiento no tiene precio. 

Hoy nos cuesta marchar de Cambombia, nos hemos sentido como en casa, ellos parece que también han estado a gusto, vienen grandes y pequeños a despedirse y hacerse fotos con nosotros.

Es un auténtico placer palear hoy por las aguas calmadas, transparentes y repletas de estrellas de mar, mientras inténtanos a cada momento, retener en nuestra memoria, tantos momentos de belleza sublime.

Nos aparece sin esperarlo Miria, un pequeño enclave donde están haciendo un gran trabajo de recuperación de terrenos al mar y al manglar. Edwin y su mujer, los jóvenes propietarios Gunas de esta isla, tienen un motivante proyecto turístico a punto de ver la luz con la construcción de varios bungalows autosostenibles y ecológicos. Ilusionados nos los ensenan, nos explican, nos implican y nos ganan.... 

Pasaremos en esta isla de aguas turquesas otra noche, hoy bajo una luminosa luna llena.

 



13a etapa Miria-Bundub 5 horas

 ¡La noche ha sido movida con momentos de lluvia torrencial y fuerte viento, por suerte antes de montar la hamaca nos han sugerido que la pongamos bajo el cubierto de su comedor, todo un acierto!

La etapa de hoy consta de pequeñas islas separadas algunos kilómetros entre ellas, ha sido uno de los días con más trayecto recorrido, pero hacerlo sin olas y con el viento soplando de espaldas ha sido un auténtico lujo. Se nota que nos vamos acercando al único punto de acceso terrestre, el embarcadero de Cartí, en sus inmediaciones se encuentran la mayoría de islas turísticas donde la gente va a pasar el día, aquí las islas ya no son una comunidad gestionada por una familia o unos cuantos Gunas, aquí todo está pensado para el negocio. Poner el pie en tierra para descansar 3 dólares, usar el baño 2 dólar, cargar batería 1 dólar.... venimos estos días de disfrutar de la amabilidad de los indígenas más alejados del turismo y llegar aquí y aunque estén en su pleno derecho de exigirte dinero, lo hacen sin ningún tipo de consideración, ni empatía, esto provoca que embarquemos rápido y pasemos estos rústicos resorts rápidamente y esperamos a comer a la noche. 

El objetivo de hoy es llegar a  Bundup, un pequeño islote con gran cantidad de palmeras que ocupan absolutamente toda la superficie emergida, al llegar nos encontramos que hoy ha venido el propietario con sus dos hijas a limpiar y recolectar cocos, nos cobra 2 dólares por pasar la noche, estos los pagamos a gusto. Uno de los negocios principales de los Gunas o comunidades propietarias de islas es la recogida de cocos, estos son vendidos ya pelados a barcos Colombianos por 0,30 dólares la unidad, el uso final es para elaborar aceite y cremas de belleza. Una de las consecuencias positivas de la recolección es que las islas se mantienen limpias de maleza, residuos marinos y mosquitos. 

Acabamos el día con su sol bajo, sumergiéndonos en un espectacular arrecife de coral.

 

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 14ena y última etapa  Bundub – Cartí 4 horas

 Se levanta un día nublado y gris, hoy las rutinas diarias de recoger, desayunar y ponernos en movimiento cuestan más que otros días. Empezamos a dar las primeras paladas empieza una intensa y pertinaz lluvia que nos acompañara en la larga travesía que tenemos hasta la siguiente isla, siempre me ha gustado la sensación de palear bajo la lluvia, pero hoy es un placer aun mayor notar como el agua dulce de la lluvia te desala la piel después de tantos días sin pasar bajo la ducha.

Hoy es nuestro última etapa navegando en San Blas, Nasi esta exultante, después de varias sesiones donde casi había tirado la toalla, hoy por fin le han salido los esquimotajes. Se nos nota cierta nostalgia en la navegación, cada uno de va a su ritmo encerrado dentro de sus pensamientos y sensaciones, tenemos horas por delante para hacer balance de estas últimas semanas recorriendo este archipiélago. Han sido días de descubrimientos, sorpresas, alegrías, incertidumbres y sobre todo de mucha felicidad. Mientras damos las últimas paladas nos sentimos unos privilegiados por estos días vividos en un lugar tan autentico, por estas aguas de trasparencia irreal, islas de un par de palmeras que las rodeas a pie en un minuto, por una gente tan noble como los Gunas, por la paz que aporta vivir de manera minimalista y sobretodo el placer que da hacer un nuevo sueño realidad.

Nasi seguirá unas semanas más aquí descubriendo la zona continental de Guna Yala dirección a Colombia que nos ha quedado por conocer. 

 



Días mas tarde, con mi cuerpo en casa, mi mente aun en el cálido Caribe y la nostalgia a flor de piel. Mientras paseaba por los pasillos de una librería, leí al azar, la portada de un libro de Albert Espinosa, y sin buscarlo, me dio el mejor resumen de lo vivido estos últimos meses…

 -El millor d’anar, es tornar-



Actividad realizada durante Marzo del 2019

Para más informacion AQUI

 

Archipielago de La Maddalena - Cerdeña

LA MADDALENA - CERDEÑA 80 km en 4 dias

Jamas te has despertado a media noche agitado ante un sueño en el que te venían imágenes de aguas turquesas y trasparentes como jamas has visto, formaciones rocosas que son pura fantasia y que conforman un archipiélago de pequeñas islas, donde vas saltando de una a otra en tu kayak? Pues ese sueño existe, se llama La Maddalena y esta en Cerdeña.
Ahora abre bien los ojos, porque soñar, es estar ya en camino....












Descenso del rio Ebro


DESCENSO DEL EBRO 80 km en 4 dias

El Ebro, ese rio que atraviesa la alargada cornisa Cantàbrica para acabar el el Mediterráneo. Su ultimo tramo, ya en territorio de Catalán, es ideal para descubrirlo al ritmo calmado de un kayak. Recorreremos parajes cargados de historia y historias, siempre en una solitud absoluta y donde en todo momento nos da la sensación de un paso del tiempo aletargado. La placidez de su navegación, es irreal, no nos ha de impedir tener los ojos bien abiertos en todo momento a paisajes sorprendentes y llenos de encanto a una rica fauna ornitològica con multitud de aves que acompañaran nuestro descenso por el gran rio de la península ibérica.

















  













  

Archipiélago de San Blas - Panamá

Archipiélago de San Blas - Panamá           5 0+240 km en 5+14 días   - Este es el relato de un loco sueño, pero sobre todo de una obstina...